Java, los volcanes y las entrañas de la madre tierra
Indonesia es una tierra de volcanes encendidos, el país con mayor número de cráteres activos del planeta con un historial de 1.171 erupciones documentadas. Un destino imprescindible para los viajes alternativos grupo o en solitario. Un lugar repleto de agujeros, de puertas al submundo, aquí todo fluye irremediablemente. Sus gunungs o montañas de fuego nos recuerdan que el planeta sigue vivo, despierto, en constante evolución y que nada nunca podrá detener ese movimiento. Es Ley de vida.
La isla de Java está situada en el Anillo del Fuego del Pacífico por lo que es prolífica en volcanos como los de las películas, y qué volcanes, Oh my God! Iguales que aquellos que aparecen en los reportajes y que crees que realmente son fugaces y no existen verdaderamente o que son altamente impracticables. Nada más incierto.
Gunung Merapi
El primero de los volcanes que visité, el Gunung Merapi o Monte de Fuego, situado a 28 km de Yogyakarta, con 2.930 metros de altura es el volcán más joven e impetuoso de toda Indonesia, casi permanente activo desde hace cientos de años. Cada 10 o 15 años se pone en marcha y de qué manera. Y es que a cada explosión le sigue un terremoto. Recientemente, en 2.006 entró en erupción y la actividad volcánica causó un terremoto en el que 5.000 personas perderían la vida y 200.000 sus hogares. En 2010 volvería a entrar en erupción y solo debido al revoloteo de gases y rocas incandescentes perecerían más de 350 de personas. Evacuadas 320.000 personas de los alrededores, fue seguido por un terremoto y con su consiguiente tsunami que causaron también más muerte y destrucción en la zona. La ascensión a la cumbre del Merapi está estrictamente prohibida desde 1994 así que solo se puede contemplar desde el quinto pino. El quinto pino, a 8 km del volcán, se le llama Kaliurang y desde él las cenizas flotantes del cráter apenas dejan entrever la silueta del enorme cono.
Bromo
A unas 12 horas en furgo, desde Yogyakarta hasta Cemoro Lawang, se encuentra el divino volcán Bromo, sin duda el más importante de todo Java. El Gunung Bromo o Dios Brahma es el Dios hindú creador del Universo. Situado a 2.329 metros de altura en el Parque de Bromo -Tengger -Semeru, su paisaje lunar de sobrenatural belleza es quizá uno de los panoramas más preciosos y surreales que jamás he visitado. Tres volcanes emergen en una caldera de 10 km de anchura, rodeados del conocido árido Mar de Arena. Lenguas de arena azotan a aquel o aquella que se atreva a cruzar sus límites y emprender su camino hacia el Dios Brahma y hacia la colosal abertura de la Madre Tierra. Después de su última eclosión en 2011, el Bromo continúa en fase de erupción por lo que no hay palabras capaces de recitar la sublime belleza de su humeante cono.
Kawah Ijen
Tres furgos y 8 horas más de viaje por Java separaban esta colosal visión del siguiente volcán, el Kawah Ijen, que a 2.800 metros de altitud se eleva entre tres volcanes más en la Meseta del Ijen. El activo Ijen contiene el lago ácido más grande del mundo conocido en el interior de un cráter. Oh my God una vez más. Este volcán, popularizado después de aparecer en el documental televisivo de la BBC Planeta Humano, es ascendido diariamente por 200 mineros indonesios que, por unos 5 euros al día, extraen del lago el tóxico azufre con sus manos y lo transportan en pesadas cestas de mimbre durante 3 km a la central del Pultuding Valley. El lugar te transporta a un más que extraño paisaje épico de ensueño. Quizá el cosmos sea algo así, o el cielo, o el inframundo, o qué se yo. No son ilusiones pasajeras, no son fugaces o inalcanzables. Existen caminos a esos extraños y fantásticos lugares solo si escuchas los mensajes que te depara la gran Madre Tierra.
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