Tus acciones cuentan, sé un viajero responsable
Nos gusta viajar, pero nos gusta hacer lo de forma responsable. El viaje responsable nace de la actitud que tomas y las elecciones del viaje: respetar y beneficiar a la gente local, su cultura, economía y medio ambiente. Ya sea en viajes de aventura en grupo o en solitario, ten en cuenta que tus acciones cuentan.
El turismo responsable implica un viajero consciente de su actuación, que quiere disfrutar plenamente su viaje, pero sin dejar una huella negativa a su paso y beneficiando la comunidad que visita.
Como resumen, podemos hacer la diferencia en:
Comprender y respetar la cultura del país que visitamos
Hay muchos comportamientos y costumbres que están naturalizadas en nuestra cultura pero que, en ciertos lugares del mundo, pueden resultar ofensivos. Para evitar que un mal momento arruine nuestro viaje, debemos conocer la cultura del país, aplicar sentido común y respetar las tradiciones y costumbres que estamos conociendo.
Usar el transporte público cuando sea posible
En según que países se trata de viajes en transportes públicos poco cómodos, que pueden ir más o menos llenos, ser más o menos rápidos, más o menos eficientes… De todas formas, usar los servicios habituales de transporte público fomenta situaciones de convivencia con los locales y de enriquecimiento cultural recíproco que no se dan en otros escenarios.
Comprar alimentos y bebidas producidos localmente y comprar souvenirs de artesanos locales
Intentar consumir productos y servicios locales para favorecer la economía de la zona. Comprar “souvenirs” hechos de forma artesanal ayuda a la subsistencia de pequeñas familias y favorece la supervivencia de las tradiciones. No se deben comprar artículos de valor histórico o cultural porque forman parte del patrimonio cultural y deben permanecer allí.
Alojarse en un alojamiento de menor escala de propiedad local cuando sea posible
Elegir alojamientos gestionados por familias locales, para evitar el consumo de actividades abusivas propias del turismo de masas.
Minimizar los residuos y reducir el uso de recursos
Utilizar la energía eléctrica y el agua con sensatez. Minimizar los residuos que generamos y poner atención a su gestión. Tratar de dejar los lugares, tal y como estaban cuando llegamos, evitando dejar rastro de su visita.
Evitar la explotación de animales y las especies en peligro
Respetamos la distancia con animales salvajes, sin asustarlos ni alterar su tranquilidad y tratamos de evitar cualquier situación sospechosa de maltrato animal. Dar de comer a los animales modifica su régimen alimentario y puede ser perjudicial. Los monos por ejemplo, se vuelven agresivos y ladrones. Respetando la armonía del lugar, no cogemos ni retiramos del paisaje ningún elemento natural o arqueológico que encontremos a nuestro paso.
Respetar el entorno
Los recursos naturales y culturales suelen ser los principales atractivos turísticos de un país y la motivación principal del visitante. Los viajeros tienen una responsabilidad directa con el medioambiente del país de acogida al que viajan. Así al menos lo entendemos en 3000KM..