Turismo responsable

Un viaje sostenible por Myanmar

Los días en que Myanmar era casi tan impenetrable como Corea del Norte y la economía estaba en ruinas es cosa del pasado. La gente ahora tiene teléfonos celulares, hay Wi-Fi en los hoteles, y, a pesar de lo que puedas leer en las guías más antiguas, se puede retirar dinero de cajeros automáticos en todo el país. Y, por supuesto, Myanmar sigue siendo tan hermoso como siempre. Otro de los viajes diferentes sin duda.

Historia reciente Myanmar

Durante 50 años, Myanmar fue controlada por una junta militar opresora, la oposición más famosa fue  Aung San Suu Kyi. Entre los años de 1989 y 2011, Suu Kyi pasó un total de 15 años bajo arresto domiciliario a manos de la junta. Fue vista como una fuerza desestabilizadora que amenazaba el poder del ejército. Su partido, la Liga Nacional para la Democracia (NLD), ganó una victoria electoral aplastante en 1990 – pero la junta ignoró el resultado.

Suu Kyi pidió un boicot al turismo, argumentando que el grueso de los dólares de turistas iba directamente a los bolsillos de los generales. Su súplica duró hasta su liberación a finales de 2010. Poco después, la NLD emitió una declaración levantando el boicot. “La NLD dará la bienvenida a los visitantes que están dispuestos a promover el bienestar de la gente común y la conservación del medio ambiente y para adquirir una visión de la vida cultural, política y social del país”, dijo el partido en ese momento.

Hoy, Suu Kyi es la líder de Myanmar después de las elecciones democráticas de 2015.

La industria del turismo

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A medida que el país emerge de los grilletes del gobierno militar, su naciente industria del turismo está desempeñando un papel cada vez más importante en el crecimiento económico del país. En 2015, hubo un aumento del 52 por ciento en las llegadas de turistas en comparación con el año anterior. Pero mientras que el turismo a Myanmar continúa creciendo, el número de visitantes es minúsculo comparado con otros países en Asia Sur-Oriental. Myanmar todavía es enigmático, y desconocido.

Según la mayoría de las estimaciones, Myanmar sigue siendo el segundo país más aislado del mundo. Fuera del radar de los viajeros durante décadas, el país esta intentando absorber todo el turismo de una manera sostenible. A pesar de una fiebre inicial de hoteles, restaurantes, tiendas y tours, el crecimiento turístico de Myanmar está intentando ser pausado. Hay un montón de lugares turísticos, pero todavía es posible encontrarse en silencio, rodeado de ruinas desmoronando y stupas. En 3000KM, ofrecemos viajes culturales de ritmo lento, viajes independientes y viajes para pequeños grupos que quieren viajar más éticamente.

Hay algunas consideraciones éticas para pensar cuando se hacen compras en Myanmar. Una cuarta parte del nuevo parlamento del país está reservada para los militares, por lo que se anima a los turistas a dar su dinero a los establecimientos locales en lugar de equivalentes estatales. Las empresas pagan impuestos por supuesto, por lo que es imposible no financiar al gobierno de alguna manera, pero se pueden hacer esfuerzos para mantener el dinero lo más local posible.

Detrás de la belleza y hospitalidad, Myanmar sigue siendo un país en desarrollo: una cuarta parte de sus habitantes viven en la pobreza. Visitar un país puede ser una forma efectiva de avanzar hacia la comprensión de una región, su historia y sus conflictos. Visitar Myanmar ahora es un privilegio mientras se palpan los cambios, y se colabora en un crecimiento sostenible de la región.

 

En 3000KM hacemos viajes diferentes con conciencia.

 

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