¿Viajar nos mejora como personas?

El propósito de este post no es decir que sólo podemos tener una vida más feliz y más sana viajando. Este post trata de cómo la experiencia de viajar – no importa si es en viajes en grupo o en solitario – nos cambia. ¿Pero viajar mejora realmente nuestras vidas?

1. Somos más intelegentes

Aprendemos casi a diario, este proceso de aprendizaje – no sólo sobre nuevos hechos y cifras, sino también aprendemos de desarrollo intelectual – se acelera mientras viajamos. Es imposible salir de casa y no volver con algo nuevo, ya sea de un mercado, en un museo, o hablando con nuevos amigos. Siempre aprendemos cuando viajamos y esta búsqueda es lo que nos impulsa muchas veces a viajar más y más.

2. Somos más pacientes

Todos tenemos nuestras flaquezas; puede que nos molestemos rápidamente, seamos un poco irritables… Los viajes nos ayudan a moderar aspectos negativos de nuestra personalidad. Nos hace más pacientes y tolerantes. Es difícil no mejorar en estas áreas cuando se viaja: retrasos, posesiones perdidas y otros frustraciones de viaje nos enseñan a frenar y relajarse. La tolerancia viene de conocer a personas nuevas de todo el mundo y entender que, después de todo, no somos tan diferentes.

3. Somos más amables

Nuestro día a día, la rutina nos vuelve un poco egoístas y malpensados con los demás. Viajando, vemos innumerables ejemplos de buenos actos y genuina bondad de meros desconocidos. Realmente al dejar atrás las preocupaciones diarias, nos preocupamos más por el resto y ayudamos más fácilmente. Claro que siempre van a haber personas más egoístas y acontecimientos desafortunados, pero en conjunto es una experiencia positiva que (casi) siempre nos hace sentir bien interactuar con extraños.

4. Somos menos temerosos

El mayor impedimento para viajar es el miedo; miedo a lo nuevo y desconocido, miedo al peligro y al riesgo. Visitar nuevos lugares nos ayuda a conquistar estos miedos, a ser más confiados con nosotros mismos. El viaje también nos da la capacidad de enfrentar temores específicos. Por alguna razón muchas personas toman una capa de valentía cuando van de vacaciones y hacemos cosas que no haríamos en casa. Muchos de nosotros experimentamos este mismo fenómeno, ya sea probando un nuevo idioma (miedo a cometer un error) o nadando con tiburones (miedo a ser comido), todos nos volvemos más valientes y más confiados cuando viajamos.

5. Somos más felices y más sanos

Sí, es cierto, viajar nos ayuda a ser personas más saludables. Los estudios han demostrado toda una serie de beneficios, incluyendo un menor riesgo de enfermedad cardíaca y muerte coronaria en las personas que toman vacaciones anuales. No es una sorpresa que realmente, tomar unas vacaciones nos ayuda a relajarnos y calmarnos en lo que es un mundo cada vez más estresante. El acto de viajar en sí mismo es también saludable, somos menos sedentarios que en casa. Ese mismo estudio también mostró un menor porcentaje de depresión entre las personas que viajan, por lo que salir y ver el mundo nos ayuda a ser personas más felices también. Personas más felices son, por supuesto, personas más sanas, por lo que el acto de viajar nos ayuda físicamente y mentalmente. Los viajes no tienen que ser largos o costosos para que puedas realizar beneficios de salud, el simple acto de tomar tiempo libre y salir de casa, incluso en un viaje corto, produce grandes beneficios.

Apuntate a uno de nuestrosviajes en grupo e invierte en felicidad. Te estamos esperando.